REMESAS CONSTRIBUYEN AL BIENESTAR FAMILIAR

Existe un indicador económico que desde hace varias décadas ha logrado posicionarse como uno de los principales generadores de divisas a México, junto con el petróleo y el turismo. Se trata del dinero que los connacionales que residen fuera del territorio nacional envían a sus familias, las popularmente conocidas como remesas.

Dinero que mujeres y hombres ganan con su trabajo cotidiano en actividades agrícolas, domésticas, en la industria de los servicios (cocineros, meseros, cantineros) y otros oficios, pero también desarrollando diferentes profesiones como maestros, ingenieros y arquitectos, constituyendo así uno de los principales mecanismos de financiamiento para el bienestar de millones de personas en nuestro país.

Para tener una idea de la importancia de este indicador económico, baste señalar que apenas en marzo pasado las remesas enviadas por mexicanas y mexicanos alcanzaron la cifra récord de más de 4 mil millones de dólares, lo que coloca a nuestro país en el tercer lugar de las naciones que más recursos captan por este concepto, sólo detrás de la India, China y Filipinas.

Por ello, este 16 de junio, que se conmemora el Día Internacional de las Remesas Familiares, es preciso reconocer la contribución de las personas trabajadoras migrantes, tanto para el bienestar de sus seres queridos como para el desarrollo de sus comunidades de origen, ya que gracias a ese flujo de dinero se pueden poner en marcha proyectos productivos y de inversión que benefician a la sociedad además de que su esfuerzo y dedicación también aporta al crecimiento económico de los países que reciben flujos migratorios.

Asimismo, esta conmemoración es una oportunidad para que se implementen acciones, a través de los consulados y representaciones diplomáticas que México tiene en diferentes países, para evitar violaciones a sus derechos humanos, sobre todo en estos tiempos en los que la pandemia del coronavirus COVID-19 ha ocasionado que muchas trabajadoras y trabajadores pierdan sus empleos, sean objeto de prácticas discriminatorias o bien, decidan no solicitar atención médica ante el temor de ser deportados.

 

Al respecto, es necesario destacar que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició recientemente una investigación por el deceso de dos personas de origen mexicano que realizaban labores agrícolas en Ontario, Canadá, quienes contrajeron el coronavirus SARS-CoV-2 y también indaga las condiciones en las que se encuentran los trabajadores mexicanos en dicha nación.

Es necesario comprender que detrás de cada dólar que ingresa a nuestro país por concepto de remesas, existen seres humanos cuyos derechos deben ser respetados en cualquier circunstancia y las autoridades consulares de nuestro país tienen la obligación de brindarles asistencia en todo momento, sobre todo porque el producto de su esfuerzo permite que niñas, niños, adolescentes, mujeres y personas mayores tengan acceso a mejores condiciones de vida en todo México, pero básicamente en entidades como Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Estado de México y Oaxaca que son los principales receptores de divisas por este concepto.


Por último, es preciso tomar en cuenta que, de acuerdo a una institución bancaria que opera en México, hasta el año 2017, 40% de las personas que reciben remesas tenían una mujer como cabeza de hogar, casi la mitad no completó la educación primaria y cerca de 50 por ciento vivían en el campo.


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