Personas refugiadas: más que números… historias de vida

 “La situación se estaba poniendo fea. Sabía que, si no cooperaba con ellos [se refiere a una pandilla local] y les entregaba mi salario al terminar la semana, me iría mal. Por eso, en cuanto llegué a mi casa le pedí a mi esposa que preparara una maleta, mientras yo arropaba a mis hijos y, al día siguiente, antes de que amaneciera, ya estábamos caminando rumbo a la frontera con Guatemala”.

“En cuanto publicamos aquel reportaje sobre corrupción, las cosas se pusieron ´muy calientes´, empecé a recibir llamadas al teléfono celular de números desconocidos en las que me pedían que le bajara o me atuviera a las consecuencias, luego mensajes de Whatsapp, hasta una carta que llegó a la redacción del periódico diciendo que nos cuidáramos porque algo malo podría ocurrir. Así que no tuve más remedio de recoger algunas pertenencias y comprar un boleto de avión con destino a un país europeo desde el que intento rehacer mi vida”.

“Siempre fui víctima de ataques por manifestar mis preferencias sexuales, pero lo verdaderamente grave llegó cuando me uní a un grupo que también luchaba por ejercer sus derechos y que se nos tratara con dignidad. La policía nos hostigaba y agredía física y verbalmente. Después investigaron la dirección de nuestros hogares y centros de trabajo. Nos detenían y luego de conducirnos a un sótano, comenzaban las golpizas. No soporté más y decidí largarme de ahí. Quiero llegar a Estados Unidos, ahí tengo amigos que me pueden ayudar…”

Estos testimonios tienen algo en común: son personas refugiadas y solicitantes de refugio, seres humanos que se vieron en la necesidad de abandonar sus países de origen al ser víctimas de extorsiones, violencia y hostigamientos por parte de pandillas o grupos armados; por sentirse amenazadas en el desempeño de sus actividades profesionales o por pertenecer a un determinado grupo social.

 

Infografía

Más que números, son historias; más que trámites burocráticos, son vidas; más que pesadillas, son sueños; más que sufrimientos, son esperanza… Niñas, niños, adolescentes, mujeres y hombres a quienes la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional les otorgan el derecho de buscar refugio en otro país para salvaguardar tanto su integridad física como la de sus seres queridos, y ante quienes los Estados tienen obligación de brindarles protección, además de que no pueden expulsarlos o extraditarlos a un territorio, aun cundo haya ingresado ilegalmente a esa nación.

De acuerdo con la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hacia finales de 2019 existían en el mundo 79.5 millones de personas desplazadas a la fuerza, 26 millones de personas refugiadas y 4.2 millones de solicitantes de refugio.

En el caso de México, desde 2013 hasta mayo de 2020 el gobierno había recibido casi 150 mil solicitudes de refugio, según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR). En los primeros cinco meses de este año, se recibieron 19,211 solicitudes, de las cuales 3,783 fueron presentadas por niñas, niños y adolescentes acompañados¸ 191 por personas menores de edad no acompañadas y 7,579 por mujeres. Los solicitantes provienen principalmente de Honduras, Haití, Cuba, Venezuela y El Salvador.

 Claro que los números son importantes y las cifras siempre ofrecen la posibilidad de dimensionar un problema para buscar alternativas de solución, sin embargo, se trata de seres humanos que un día dejaron atrás su hogar, su barrio, su ciudad, familiares, amigos, colegios y centros de trabajo para ponerse a salvo más allá de las fronteras.

Por ello, no está por demás recordar que este 20 de junio, Día Mundial de los Refugiados, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha hecho varios exhortos a las autoridades mexicanas para que se respeten los derechos de las personas refugiadas y solicitantes de refugio, además de que ha emitido diversas medidas cautelares para proteger su integridad en las estaciones migratorias, como ocurrió recientemente en la Estación Migratoria de Tenosique, Tabasco.


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