Día Internacional de la Beneficencia

"El fruto del silencio es la oración; el fruto de la oración, la fe; el fruto de la fe es el amor; el fruto del amor, el servicio; el fruto del servicio es la Paz.”

 

Ganxhe Agnes Bojaxhiu, Madre Teresa de Calcuta

De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española (RAE), Beneficencia significa “hacer el bien a los demás”, pero también el “conjunto de instituciones y servicios de ayuda a los necesitados”. La RAE también define Caridad como aquella “actitud solidaria con el sufrimiento ajeno” y más antiguamente como la “limosna que se da o auxilio que se presta a los necesitados”. Es evidente que estos significados están determinados por la teología y la religiosidad cristiana, que asocia a la práctica de la misericordia con la misma idea de Dios: “Servir es reinar”, “Dios es amor”, “Dar de beber al sediento, dar de comer al hambriento”. Las obras misericordiosas son aquellas que provienen del amor de Dios. “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Frente a las viejas sociedades de privilegios, después del surgimiento de los estados nacionales, su proceso de laicidad, con la caída de los regímenes monárquicos, y particularmente de las independencias en América, África y Asia en los siglos XIX y XX, de manera gradual los gobiernos crearon aparatos burocráticos responsables de garantizar ciertos derechos sociales. No siempre el estado había podido asegurar las condiciones de bienestar, por ello se vio en la necesidad de diseñar instituciones y programas que han buscado atender problemas asociados a la pobreza y a la desigualdad.

 

En México, por ejemplo, la Beneficencia Pública tiene antecedentes en el periodo de la Reforma liberal, cuando a consecuencia de la Leyes de Reforma, específicamente con la Ley de Desamortización de los Bienes Eclesiásticos de 1856 y el Decreto de Secularización de Hospitales y Establecimientos de la Beneficencia Pública en 1861, el gobierno asumió la responsabilidad y competencias que históricamente habían estado en manos de la Iglesia.

Después de la Revolución, la Constitución de 1917 estableció la ayuda a los necesitados y reglamentó la vida institucional, las competencias y el patrimonio de la institución en comento. En años posteriores, la institución atravesó por una serie de transformaciones en su reglamentación y administración. Actualmente diversas entidades del país cuentan con su propia beneficencia pública.

En el contexto actual, luego de las crisis humanitarias del conflictivo siglo XX, más allá del sentido dadivoso, la beneficencia ha adquirido nuevas dimensiones seculares pues desde distintos lugares (conflicto, desigualdad, crisis, y activismo), en la práctica la podemos asociar a la ayuda, la cooperación, la solidaridad, la caridad, la empatía y la sororidad, cuyos propósitos pueden ser: asistir, acompañar, ayudar y fortalecer al otro, al semejante, al conciudadano, al compatriota: el sí mismo como uno-otro y con los otros. Esta es una de las mejores herencias de la tradición de humanismo radical cuya polisemia es activa y radical: pensamiento, palabra y obra.

Hace 8 años, el 17 de diciembre de 2012, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la resolución A/RES/67/105 sobre el Día Internacional de la Beneficencia. En sus considerandos, la Asamblea General apeló al reconocimiento de una serie de principios, metas y objetivos relacionados con la dignidad y respeto a los derechos humanos de las personas y las comunidades. La resolución resalta el valor de la solidaridad y la beneficencia como pilares fundamentales para la construcción de las relaciones internacionales y la paz.
Ante las crisis humanitarias en la moderna sociedad del capitalismo salvaje, inserta en dinámicas de violencias provocadas por los procesos sociales de exclusión, precarización y marginación, la beneficencia constituye un vehículo de mitigación contra la desigualdad, ese signo que distingue las relaciones económicas, políticas, sociales, culturales y educativas de nuestra época. Esto supone la necesaria actuación solidaria, empática y resiliente como principio de la cooperación internacional.