ENFERMERÍA, NOBLE PROFESIÓN

Pocas conmemoraciones adquieren un significado tan especial en estos tiempos como el 12 de mayo, fecha en que se celebra el Día Internacional de la Enfermería. Ante la pandemia ocasionada por el coronavirus COVID-19, que ha obligado a buena parte de la población global a encerrarse en sus casas, resulta imprescindible reconocer la labor de las mujeres y hombres que ejercen esta profesión, que luchan incansablemente contra las enfermedades y dan su mejor esfuerzo para ofrecer atención de calidad, pero también con mucha calidez, a sus pacientes.

¿Por qué el 12 de mayo? La conmemoración coincide con el natalicio de “la dama de la lámpara”, como se conocía a Florence Nightingale (1820-1910), una enfermera británica que con lámpara en mano supervisaba la condición de salud de sus pacientes heridos durante la guerra de Crimea, ocurrida a mediados del Siglo XIX. Se dice que, para reconocer su labor, en 1855 se reunió un fondo con el cual se inauguró una escuela de entrenamiento para enfermeras en la capital de Gran Bretaña.


Lamentablemente en estos días, la falta de información sobre el COVID-19 ha ocasionado que en diferentes regiones del país las y los enfermeros han sido objeto de agresiones, olvidando que, ante todo, se trata de seres humanos que día a día dejan sus hogares para jugarse la vida en hospitales públicos y privados enfrentando un virus para el que hasta el momento no existe vacuna.


En varias ocasiones, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a través de su titular, Maestra María del Rosario Piedra Ibarra, ha condenado las expresiones de violencia y discriminación que sufre el personal de salud en el marco de la contingencia sanitaria, además de señalar la importancia de que se les otorgue equipo e insumos adecuados y suficientes para llevar a cabo su noble tarea, subrayando que este Organismo Nacional se encuentra abierto para atender sus quejas.