NELSON MANDELA

“Suele decirse que nadie conoce realmente cómo es una nación hasta haber estado en una de sus cárceles. Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada”

Nelson Mandela

La noche del 11 de julio de 2010 el estadio Soccer City de Johannesburgo era un auténtico hervidero. Las selecciones de España y Holanda disputarían la final del Campeonato Mundial de Futbol celebrado en Sudáfrica. Antes de que iniciara el cotejo, ingresó al terreno de juego un carrito de golf en cuya parte trasera viajaban cómodamente instalados dos personajes quienes, en cuanto fueron reconocidos por el respetable, provocaron que el inmueble estallara en aplausos y gritos de júbilo, secundados por el ensordecedor ruido de las ya famosas vuvuzelas (cornetas de plástico usadas por los aficionados para apoyar a su equipo favorito).

Era nada más y nada menos que Nelson Mandela quien, sonriente, recorrió el campo de juego, felizmente acompañado por su esposa Graça Machel. El símbolo viviente de la lucha contra el racismo y la discriminación hacía su última aparición pública para recordarnos que, en el deporte, como en cualquier actividad humana, la discriminación debe ser desterrada.

Nelson Rolihlahla Mandela o Madiba, como también se le conocía, nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, Sudáfrica. Se dice que su infancia fue feliz y apegada a las tradiciones de su pueblo hasta el fallecimiento de su padre, situación que lo orilló a quedar bajo el cuidado y la protección de un primo.

Pasados los 20 años de edad se enteró que habían concertado su matrimonio con una mujer, por lo que dejó su aldea y se dirigió a Johannesburgo, donde conoció Walter Sisulu, quien lo invitó a unirse al Congreso Nacional Africano, organización que luchaba por romper las cadenas de opresión que vivían las personas negras de su país. Posteriormente, fundó la Liga de la Juventud del Congreso. Tan determinante fue Sisulu que, incluso, Mandela contrajo matrimonio con la prima de éste, Evelyn Mase en 1944. Se matriculó como abogado.

Desafortunadamente para él y para la comunidad negra, en la década de los cuarenta el Partido Nacional tomó el poder en el país e institucionalizó el apartheid (separación) que establecía una clara diferencia jurídica entre las razas que vivían en Sudáfrica, obligando a las personas negras a replegarse en pequeños territorios marginados en los que eran víctimas de discriminación social, política y económica.

Ante ello, los integrantes del Congreso Nacional Africano organizaron varias campañas de desobediencia civil. Mandela fue nombrado presidente de esa organización en la provincia de Transvaal, por lo que fue detenido y confinado en Johannesburgo.

 

En 1948, abrió el primer bufete de abogados negros en el país y siete años después (1955) promovió la aprobación de la Carta de la Libertad, en la que se demandaba el fin de la segregación racial y una sociedad más igualitaria. En un contexto donde recrudecían las protestas contra la segregación y la injusticia, el llamado Madiba se divorció de su primera mujer y en 1958 contrajo nupcias con Winnie Madikizela, procreando dos hijas.

Como el racismo era insostenible, el Congreso Nacional Africano decidió efectuar manifestaciones y bloqueos para protestar por la situación, la mayoría de sus dirigentes fueron apresados, entre ellos Mandela, quien posteriormente fue absuelto.

Para 1961, ocupó el cargo de secretario honorario en el Congreso de Acción y un año más tarde viajó al extranjero para solicitar apoyo y fondos. Dos años después fue enjuiciado por sabotaje y condenado a cadena perpetua.

Durante su estadía de 27 años tras las rejas (1963-1990) se convirtió en símbolo y leyenda de la lucha por la igualdad entre las personas y la no discriminación, hasta que el presidente sudafricano Frederik De Clerk legalizó el Congreso Nacional Africano, realizó importantes esfuerzos para terminar con la segregación racial y liberó a Madiba. En 1993, ambos fueron distinguidos con el Premio Nobel de la Paz y cinco años más tarde Mandela se divorció de Winnie y contrajo matrimonio con Graça Machel.  

Presentó su candidatura y se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica, cargo en el que implementó una política basada en la reconciliación y dio un fuerte impulso a la educación, empleo y servicios de salud para las personas negras de su país. Madiba falleció en Johannesburgo el 5 de diciembre de 2013, a los 95 años de edad.

De sus años en prisión queda la siguiente frase: “suele decirse que nadie conoce realmente cómo es una nación hasta haber estado en una de sus cárceles. Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada”, que sirvió de inspiración para que la Asamblea General de la ONU aprobara en 2015 las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos o “Reglas Mandela”, que constituyen una guía para mejorar, desde una perspectiva de derechos humanos, las condiciones de encarcelamiento en el mundo.

Ahora se entiende por qué el público del Soccer City le rindió ese majestuoso homenaje aquella
noche del 11 de julio de 2010…