PRESERVAR LOS MANGLARES, ESCUDOS NATURALES FRENTE A HURACANES

El mes pasado comenzó la temporada de huracanes y, de acuerdo a pronósticos de las autoridades, se espera la formación de entre 30 y 37 ciclones tropicales, de los cuales entre 15 y 18 llegarán a nuestro país por el Océano Pacífico y de 15 a 19 por el Océano Atlántico. También estiman entre cuatro y cinco huracanes de alto impacto y cinco más que podrían ser leves.

Ante la presencia de dichos fenómenos naturales en nuestro país, que históricamente han dejado como saldo la pérdida de miles de vidas y cuantiosos daños materiales, especialistas en la materia hacen énfasis en la importancia de preservar los manglares, es decir, aquellos ecosistemas costeros representativos de áreas tropicales, que son considerados “barreras o escudos naturales” ante la erosión eólica causada por tormentas tropicales y huracanes.

De acuerdo a cifras oficiales, en el mundo hay más de 50 especies de mangle y nuestro país se encuentra entre las cinco naciones con mayor extensión territorial de estos ecosistemas, mismos que se encuentran dispersados en costas de 17 entidades federativas .

Además de mantener la arena de las playas y albergar infinidad de especies vegetales y animales, los manglares también proveen al ser humano de importantes insumos para su supervivencia como alimentos, madera y plantas medicinales, entre otros.

En esta temporada de huracanes es fundamental crear conciencia sobre la importancia de cuidar los manglares para aminorar el impacto de los fuertes vientos y lluvias torrenciales que traen consigo, así como proteger a los seres vivos que ahí habitan, sobre todo porque se trata de áreas naturales que en los últimos años han sido amenazadas por la mancha urbana, desarrollos inmobiliarios y empresas que vierten sus desechos en esos lugares.

 

Cabe recordar que en 2017, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una Recomendación por la violación a los derechos humanos a un medio ambiente sano, seguridad jurídica y al principio de legalidad por la remoción de un manglar para la realización de un proyecto habitacional, turístico y comercial en más de 58 hectáreas naturales, conocido como “Malecón Cancún” (Proyecto Tajamar) en Quintana Roo.

En esa ocasión y luego de investigar una queja presentada ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo y remitida a este Organismo Nacional por razones de competencia, la CNDH determinó que dicho proyecto de inversionistas privados incurrió en el desmonte, despalme de vegetación, daños a especies de flora protegida -como los manglares- y devastación del hábitat de fauna; constató actos, omisiones e irregularidades relacionadas con la aprobación de modificaciones y prórrogas de las autorizaciones en materias de impacto ambiental y de cambio de uso de suelo, entre otros aspectos.

En ese caso, la Comisión recomendó a autoridades federales y municipales diseñar e implementar un programa de conservación y restauración ecológica, además de eliminar prácticas administrativas que facilitan el otorgamiento de autorizaciones de obras o actividades que afecten o dañen los manglares, así como adoptar medidas de protección a esas áreas.

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